Como indica Randal Waters, Vicepresidente sénior, Grupo de Riesgos Emergentes, Marsh’s Advisory en su artículo, el cambio climático se ha convertido en un tema crítico en la toma de decisiones en las juntas directivas de numerosas industrias, ya que las cadenas de suministro globales enfrentan una creciente amenaza.
Durante la Semana del Clima de Nueva York, sectores como el transporte, la energía, la manufactura y la alimentación, se han destacado como particularmente vulnerables a las interrupciones en sus cadenas de suministro debido a eventos climáticos extremos.
Los riesgos relacionados con el clima pueden perturbar las cadenas de suministro en múltiples formas. En primer lugar, las condiciones climáticas extremas pueden causar daños a activos y proveedores a lo largo de la cadena de suministro, así como a la infraestructura que los conecta, como puertos, ferrocarriles y centrales eléctricas. Además, no es necesario que se produzcan daños para que se produzcan interrupciones; ejemplos recientes incluyen retrasos en el puerto de Vancouver debido a incendios forestales en Canadá y apagones en Texas por la tormenta Uri.
El segundo impacto es la escasez de suministros causada por condiciones climáticas extremas, afectando especialmente a las cadenas de suministro agrícolas. Por ejemplo, inundaciones en Pakistán en 2022 destruyeron cultivos de algodón y trigo, lo que afectó tanto al consumo interno como a las exportaciones. Según Marsh, los desastres por inundaciones son casi tres veces más comunes en la actualidad que en la década de 1980. Además, el clima extremo puede afectar a la fuerza laboral, con estimaciones que sugieren que para 2030, el calor extremo podría provocar la pérdida del 5% de las horas de trabajo en algunas regiones.
Frente a estos desafíos, las empresas pueden tomar cinco pasos clave según el informe reciente de Marsh para mitigar los riesgos y fortalecer la resiliencia en sus cadenas de suministro.
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