El seguro no considera los temporales de nieve como una exclusión y, por lo tanto, podemos decir que las pólizas de seguros que tenemos contratadas nos protegen de cualquier eventualidad ante situaciones como la que está causando la borrasca ‘Filomena’ en buena parte del país.
Si resbalamos en la calle y nos lesionamos, nuestro seguro de salud nos atenderá con absoluta normalidad. Lo mismo sucede si tenemos un accidente con nuestro vehículo a causa del hielo o de la nieve acumulada en la carretera o en la calle. También ante posibles desperfectos en nuestra vivienda por culpa de la acumulación de nieve.
Siempre y cuando, por supuesto, tengamos el riesgo en cuestión asegurado con una póliza en vigor y al corriente de pago. En ese supuesto, las garantías de la póliza no se ven alteradas ni modificadas por el temporal. Pero, por supuesto, la póliza, el contrato entre la aseguradora y el asegurado, es la que marca las condiciones.
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