El incendio de la catedral de Notre Dame provocó que los planes de salvaguarda de los bienes culturales españoles —ante la “alarma social generada”, admitió ayer el ministro de Cultura, José Guirao,— se estén revisando.
No obstante, no son producto de la improvisación, sino que provienen de 2015, cuatro años después de que un terremoto dañase gravemente el casco de Lorca (Murcia). Guirao explicó ayer, tras una reunión del Consejo de Patrimonio Histórico, que el Gobierno central va a inyectar otros 3,5 millones para mejorar estos instrumentos que velan por la integridad patrimonial ante situaciones de emergencias.
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