La compañía ha puesto en marcha una serie de medidas, que no incluyen ajustes de plantilla, para impulsar la fabricación de aviones
Con su principal rival pasando apuros por una huelga que ya dura quince días, Airbus reacciona a los problemas que también tiene con los retrasos de la cadena de suministro con un plan de reorganización industrial para potenciar la eficiencia y el rendimiento de la producción. Unas medidas que no contemplan reajustes en la plantilla, aunque desde hace unas semanas, el gigante aeronáutico sí que ha congelado nuevas contrataciones.
Un nuevo plan, LEAD! para unas circunstancias un tanto excepcionales que no obliguen a tomar otro tipo de medidas. Es la respuesta de Airbus a los persistentes problemas que arrastra desde hace tiempo, con retrasos en la cadena de suministro, que ya han obligado a la compañía a rebajar, por primera vez en dos años, las expectativas de entrega de aviones. Como ocurrió en el mes de junio, cuando la compañía revisó a la baja la previsión: de 800 aeronaves a final de año a 770.
La compañía ha presentado a su comité europeo un plan de reorganización industrial que le permita salir con la cabeza alta del bache que también ha supuesto una reducción de los pedidos del 70% en el primer semestre. De hecho, el plan contempla mejorar el rendimiento en términos de eficacia operativa, organizativa y de procesos, así como el rendimiento financiero y alcanzar los objetivos a corto plazo de la empresa para 2024. También tiene como objetivo recuperar la confianza y la previsibilidad de los clientes y aumentar el compromiso y la eficacia de los equipos.
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