La recuperación del impacto de la pandemia está aquí.
Alimentada sobre todo por la llegada de las vacunas, pero también por una mejora en nuestra capacidad para combinar la actividad económica con el distanciamiento social y un enorme apoyo fiscal y monetario, en especial de Estados Unidos. Sin embargo, es vital no olvidar los peligros que aún enfrentamos y las lecciones que debemos aprender. Nada puede enseñar mejor la realidad de la interdependencia mundial que una pandemia. Pero ¿fue lo que aprendimos? En nuestro temor, nos enfocamos en nosotros más que hacia afuera.
Sin embargo, la noticia sobre la recuperación es buena. El informe provisional de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) muestra una clara mejora en las perspectivas para 2021 y 2022. Se proyecta que la producción mundial sea 2.5 por ciento más alta en el último trimestre de 2022 de lo que se esperaba en diciembre. La razón más importante, después del milagro de las vacunas, es el paquete de apoyo fiscal de 1.9 billones de dólares de EU. Se prevé que esto eleve el producto interno bruto de EU en 3.8 puntos porcentuales en su primer año completo. También se pronostica que sus efectos se extiendan al resto del mundo, aumentando el PIB de la eurozona en 2.5 puntos porcentuales, por ejemplo.
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